Los delitos sexuales son perpetrados en contra de mujeres con mucha más frecuencia que contra hombres.

En México, el 20.3% de las mujeres adultas en zonas urbanas dijo haber sido víctima de intimidación sexual, de acuerdo con cifras de la ENSU (Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana).

La intimidación sexual integra: la recepción física o digital de piropos, comentarios negativos u ofensas relacionadas con la sexualidad o el cuerpo, la recepción de contenidos explícitos audiovisuales o las insinuaciones sexuales no consentidas.

Por su parte, 6.2% de estas mujeres dijeron sufrir abuso sexual, 1.5% fue víctima de acoso y hostigamiento sexual y 0.1% de violación o intento de violación. Para sus pares hombres, las cifras son significativamente más bajas.