La decisión de Huacho Díaz Mena, candidato de MORENA a la gubernatura de Yucatán, de optar por atención médica en una clínica privada —con un costo que excede ampliamente el salario mínimo mensual de muchos mexicanos— ha generado gran indignación y descontento.

Este hecho, revelado recientemente por Él mismo a través de redes sus redes sociales, pone en evidencia una aparente hipocresía en el discurso de Díaz Mena, quien ha criticado las deficiencias del sistema de salud público cuando el responsable de todo es MORENA a nivel federal.

Desde la llegada de MORENA al poder, se ha buscado mejorar el acceso y la calidad del cuidado médico a través de la implementación del INSABI, en reemplazo del Seguro Popular. Sin embargo, esta transición ha generado confusión y ha dejado vacíos en la cobertura y accesibilidad a tratamientos esenciales, afectando principalmente a los más vulnerables. La situación se complica aún más con la dificultad en la entrega de medicamentos, forzando a las familias a incurrir en gastos exorbitantes fuera del sistema público.

Su decisión personal contrasta con la realidad de los ciudadanos más vulnerables de
Yucatán, quienes enfrentan los desafíos de un sistema de salud centralizado, la eliminación del Seguro Popular y problemas persistentes en la entrega de medicamentos.

La contradicción entre las acciones de Díaz Mena y su crítica hacia la accesibilidad de la salud pública evidencia una desconexión con las necesidades de la población y cuestiona el compromiso de MORENA con sus principios de justicia social. Esto subraya la necesidad de que los líderes políticos demuestren solidaridad y compromiso con el bienestar de todos los ciudadanos, especialmente los más desfavorecidos.

En este momento crítico para Yucatán, es fundamental exigir transparencia, integridad y coherencia entre las palabras y acciones de los líderes. La gestión de la salud pública debe enfocarse en atender genuinamente las necesidades de los más desfavorecidos, proporcionando soluciones efectivas a los obstáculos que limitan el acceso a una atención de salud digna y equitativa.

Este compromiso con la empatía y la solidaridad es crucial para avanzar hacia una sociedad más inclusiva y justa, asegurando que las políticas de salud reflejen un verdadero deseo de mejorar la vida de todos los yucatecos