Las diferencias entre alzhéimer y demencia son algo difíciles de comprender sobre el papel, pero aquí lo tienes escrito de una forma clara y concisa.

Es evidente que con la edad disminuyen las capacidades cognitivas. En los últimos años, ha ido creciendo el conocimiento popular acerca de este proceso y de las enfermedades asociadas. Sin embargo, el diagnóstico sigue siendo complicado, pues resulta difícil diferenciar entre alzhéimer y demencia, contando con que esta última abarca muchos tipos.

Para muchas familias resulta complicado saber diferenciar las señales propias del envejecimiento de las de las etapas tempranas de una enfermedad neurodegenerativa. Eso ocasiona que muchas veces las demencias puedan avanzar hasta un punto que perjudica seriamente la vida del paciente.

Por eso, en este artículo puedes encontrar la diferencia entre las dos dolencias que más preocupan a las familias: la enfermedad de alzhéimer y la demencia. No te lo pierdas.

¿Qué es el alzhéimer?

El alzhéimer y la demencia se diferencian clínicamente

El alzhéimer es un trastorno cerebral degenerativo que altera el funcionamiento de las neuronas. Afecta principalmente al neocórtex, produciendo muerte celular, pero en etapas avanzadas profundiza hacia áreas internas del cerebro.

Durante muchos años permanece asintomática, pues el poder de plasticidad y compensación del cerebro va solventando la pérdida de funciones. Cuando ya no puede “ocultarlo” más, comienzan los signos de deterioro cognitivo y pérdida de memoria, pudiendo avanzar hasta provocar la muerte de la persona.

Los nuevos estudios de los biomarcadores del alzhéimer permiten detectar esta enfermedad de forma precoz, antes incluso de que produzca síntomas. Es especialmente útil para las personas que tienen antecedentes en su familia. Las pruebas que se realizan para detectar los biomarcadores de esta enfermedad son las siguientes:

¿Qué es la demencia?

Por su parte, la demencia se trata de un conjunto de síntomas asociados a las capacidades de pensar, razonar y recordar que provocan dificultades en el desempeño normal de la vida del paciente. No se trata de una enfermedad, pero puede ser causa de una.

El DSM-V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) cambió el nombre de «demencia» por el de «trastorno neurocognitivo mayor», además de agregar una nueva categoría menos grave de dificultad cognitiva, llamada «trastorno neurocognitivo leve».

Este trastorno se diagnostica cuando la alteración de una sola capacidad cognitiva es lo suficientemente grave como para interferir con la independencia. Además, esta alteración no puede haber sido causada por el uso de drogas, el delirio u otras afecciones.

Las habilidades cognitivas que se evalúan para este diagnóstico son las siguientes:

Diferencias entre alzhéimer y demencia

El alzhéimer y la demencia tienen ciertas similitudes

Ahora que conoces cada afección un poco más en profundidad, verás que hay grandes semejanzas entre ellas, como la pérdida de memoria y el deterioro de las funciones cognitivas superiores. Sin embargo, sus diferencias son sustanciales y, una vez hechas las pruebas diagnósticas pertinentes, el tratamiento será distinto.

De hecho, lo primero que debes saber es que «demencia» es un término general, una categoría. A ella llegan múltiples enfermedades, como el alzhéimer, que afectan a las capacidades cognitivas. Demencia por cuerpos de Lewy, demencia vascular, demencia por enfermedad de Wilson… todas ellas están causadas por la enfermedad que les da su nombre.

En este caso, nos estamos centrando en las diferencias entre el alzhéimer y la demencia como categoría general. Por tanto, las principales serían estas:

Conclusiones

Según el informe mundial sobre el alzhéimer de 2022, llevado a cabo por la organización Alzheimer’s disease international, el 60-80% de las demencias diagnosticadas corresponden a esta enfermedad. Aunque los estudios y la medicina siguen avanzando, aún no existe cura para estas dolencias y tan solo se puede retrasar su avance.

No obstante, esta ralentización de la aparición de la demencia puede llegar a asegurar una buena calidad de vida durante más años del paciente. Por eso, si detectas en ti o en algún ser querido algún síntoma de deterioro cognitivo, recuerda acudir a un profesional para poner en marcha los procesos diagnósticos pertinentes.