El día de la diabetes se estableció en 1991 con unos fines muy concretos: concienciar de una enfermedad cuyas tasas se elevan más cada año, y también, para dar visibilidad a un colectivo que debe adaptarse a otro tipo de vida que no siempre es fácil.

Cada 14 de noviembre se celebra el día mundial de la diabetes. El término «celebra», obviamente, no es el más acertado en este contexto, porque lo que quiso en verdad la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuando estableció esta efeméride en 1991 fue concienciarnos de una realidad muy concreta. Esta enfermedad presenta unas tasas de morbilidad y mortalidad cada vez más elevadas.

Según datos de este mismo organismo, la diabetes (y en concreto, la diabetes tipo 2) está aumentando cada año de manera alarmante. Pensemos, por ejemplo, que el número de personas afectadas con esta condición era en 1980 de 108 millones. En la actualidad, rozamos ya los 425 millones. Tanto es así, que la OMS estima que en el 2030 esta enfermedad será una de las principales causas de mortalidad.

Países como Estados Unidos consideran ya la diabetes como una epidemia. 1 de cada 10 personas menores de 20 años la padece, y cuando llegamos a la cohorte de edad comprendida entre los 65 y 75 años, la cifra se reduce a 1 de cada 4. Por tanto, una de las finalidades por las que se establece esta efeméride en el calendario no es ni mucho menos para celebrar nada.

Lo que se pretende es sensibilizar e informar sobre una condición que nos puede afectar a cualquiera de nosotros (o a algún miembro de nuestra familia). Debemos recordar que gran parte de los diagnósticos que se hacen cada año se refieren a la diabetes tipo 2, una enfermedad que se puede prevenir mejorando la educación y nuestros hábitos de vida.

¿Qué es la diabetes?

La diabetes es una enfermedad crónica que surge cuando el páncreas es incapaz de producir un nivel adecuado de insulina o cuando nuestro organismo, no usa de manera eficaz la que ya produce. Asimismo, y como bien sabemos, existen diferentes tipos de diabetes, los cuales, tienen disparadores muy particulares y que en algunos casos, pueden prevenirse:

Todas estas tipologías de la diabetes implican no solo tener que someterse a un tratamiento, sufrir patologías asociadas o cuidar al máximo la alimentación. Supone, por encima de todo, cambiar nuestro estilo de vida.

Aspectos psicológicos asociados a la diabetes

No solo es importante concienciar y sensibilizar a la población de esta realidad. Otro aspecto esencial es informar, educar y visibilizar a un amplio colectivo de nuestra sociedad que experimenta a diario el impacto de la diabetes.

Así, y aunque quien más y quien menos conoce cuáles son las implicaciones orgánicas de dicha enfermedad a largo plazo, algo de lo que no siempre se habla es de los aspectos psicológicos. Conozcamos por tanto alguno de estos efectos:

Estudios como el llevado a cabo en la Universidad de medicina de Bucarest nos señalan que las personas con diabetes tienen mayor riesgo de padecer un trastorno del estado de ánimo, como una depresión. Es más, se estima que cerca del 50% de los pacientes con esta enfermedad crónica padecerá algún problema psicológico.

Chica acostada en la cama representando el Día mundial de la diabetes

Para evitar la diabetes, piensa como un diabético

Parece sin duda una ironía, pero un principio que recomiendan desde organismos basados en la educación diabetológica, es que para prevenir esta enfermedad, lo ideal es pensar ya como un diabético. ¿Qué significa esto? Significa que si está en nuestra mano prevenir lo que se considera ya como una epidemia lo más importante es convencernos de que debemos cambiar hábitos. Y para cambiar y mejorar hábitos hay que pensar mejor, pensar de manera saludable.

Algo así implica lo siguiente:

Para concluir, nunca está de más informarnos, concienciarnos y visibilizar mucho más a este colectivo y a sus familias. Mientras la ciencia siga avanzando para innovar mejores tratamientos, cuidemos al máximo de nuestros hábitos de vida y eduquemos también a las nuevas generaciones en un día a día más sano.