¿Sientes un molesto hormigueo en los pies por las noches? Si además de esto experimentas ardor, tal vez padezcas el síndrome de Grierson-Gopalan.

El síndrome de pies ardientes o de Grierson-Gopalan es una tortura nocturna. Pinchazos que llegan hasta los tobillos, hormigueo y hasta ardor como si estuviéramos caminando por una superficie al rojo vivo. Esta alteración puede llegar a ser desesperante para quien la sufre día tras día.

Si bien puede ser confundido por otras afecciones, como el síndrome de las piernas inquietas, ya que también aparece durante la noche y limita bastante la calidad de vida, son pequeños matices que hacen del síndrome de pies calientes una realidad particular.

Síndrome de pies ardientes: síntomas, causas y tratamiento

El síndrome de pies ardientes puede aparecer de manera episódica. Es decir, habrá épocas en que esta molestia sea más intensa y otras en que, sencillamente, desaparezca. A pesar de ello, existe una gran variabilidad en la sintomatología, porque aunque nos sorprenda, son muchas las causas que pueden originarlo.

Así, es importante señalar que esta condición rara vez aparece sola. Por lo general, cursa con otros problemas como alteraciones en la tiroides, dolores articulares, debilidad general. No obstante, es común acudir al médico por este problema dada su molestia y el impacto que genera en el descanso nocturno.

¿Cuáles son los síntomas?

Según la Revista internacional de informes de casos de AYUSH, el principal síntoma es la quemazón y la sensación de pesadez que asciende desde la planta de los pies hasta las pantorrillas. Incluso, debido al incremento de temperatura, la persona experimenta sensación de calor general. Mucha gente se ve obligada incluso a sumergirlos en agua fría para encontrar descanso.

A causa de lo anterior, el síndrome de los pies ardientes cursa también con enrojecimiento de la piel, bien en la planta, en el talón o en toda la extremidad inferior.

Aparece a su vez la clásica sensación de hormigueo. En ocasiones, la persona puede sentir pinchazos intensos y repentinos, algo que irrumpe de manera brusca e inesperada el sueño por las noches.

¿Cuáles son las causas del síndrome de los pies ardientes?

En gran parte de los casos, el origen de este síndrome está en una neuropatía, es decir, se debe a una alteración de unas pequeñas fibras nerviosas. Como consecuencia, actúan enviando señales de dolor a los pies. Es una condición que viene y va y que afecta en mayor grado a ancianos, mujeres y ciclistas.

Entre otras causas también se puede encontrar las siguientes:

¿Cómo se diagnostica?

Tal y como podemos ver, el síndrome de los pies ardientes puede tener varios desencadenantes. Es por ello que se vuelve primordial diagnosticarlo para rastrear el origen y así poder dar con el tratamiento más adecuado. De esta manera, se procede a realizar las siguientes pruebas diagnósticas.

¿Qué tratamientos existen?

La intervención asociada al síndrome de pies ardientes dependerá siempre del desencadenante que medie en esta condición médica. Ahora bien, existen unas pautas básicas que pueden ser de utilidad en buena parte de los casos a la hora de buscar un tratamiento. A continuación se describen varias:

Un síndrome común, pero poco estudiado

A pesar de que es un malestar muy común entre las personas, no hay gran cantidad de investigaciones recientes que estudien a profundidad este síndrome. Es importante que en todos los casos se busque siempre un adecuado diagnóstico médico, puesto que esta afección puede ser solo la punta de un iceberg que tengamos que atender con urgencia.

Antes de recurrir algunos de los tratamientos antes mencionados, aunque sea el más inocente (como el de usar calzado adecuado), consultemos siempre al médico.